LOS NIÑOS SOLDADO

En África y en otros continentes, en unos 17 países, se siguen reclutando menores (entre 300 y 500 mil niños y niñas al año), de entre 8 y 17 años, que son tomados por grupos armados entre sus filas para hacer trabajos degradantes, hacer de esclavos sexuales las niñas, porteadores, ir de señuelo, o de espía. Son niños a los que se les rompe la infancia. Ocurre con as frecuencia en situaciones de conflicto.

Se les usa como carne de cañón: para que salgan disparando y que les disparen. Los niños no tienen miedo y eso les facilita ser utilizados en primera línea. O se les droga para que salgan así. Últimamente, las armas son más fácilmente utilizables por niños. Antes eran más pesadas y no podían cargarlas. Hoy en día es más fácil que un niño pueda cargar un arma ligera. Estos niños pasan su infancia en un entorno de violencia y pierden su infancia dejándoles secuelas para el resto de su vida.

En realidad, es una forma terrible de abuso. Tienen unos rituales de iniciación para saber si sirven y les obligan a curarse el espanto haciendo verdaderas brutalidades. Así se insensibilizan y solo piensan en matar. Hay sitios donde les obligan a matar a su madre, violar a su hermana y comerse las vísceras de un ser querido para demostrar que tienen valor, hombría, y que son merecedores de pertenecer a un determinado grupo. En Uganda o Ruanda los reclutamientos se hacen por la noche y los niños se marchan de las aldeas para esconderse a menudo.

El reclutamiento es como un secuestro. Hay veces que se escapan por la noche y, por ejemplo, en el Salvador, se escondían por los tejados de los reclutadores militares. Hay niños entrenadores de nuevos niños. Los obligan a matar a sus padres.

Pero es posible salir de estas cicatrices emocionales. Ellos se tienen que recuperar y su comunidad tiene que aceptarlos. Hay que formarles profesionalmente para que no vuelvan a luchar para vivir.

Necesitan ayuda profesional. Tienen falta de sensibilidad. Muchas niñas son usadas de

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