LA INFANCIA DESASISTIDA Y MARGINADA

LA INFANCIA DESASISTIDA Y MARGINADA

En la crisis, provocada por los poderosos insensibles, la infancia corre mayor riesgo de pobreza o exclusión social que la población en general. Esas personitas que crecen en la pobreza o en la exclusión social tienen menos posibilidades de un buen rendimiento escolar, de disfrutar de buena salud y de aprovechar todo su potencial en las otras fases de su vida.

Hay personas que han acabado todas las prestaciones a que tenían derecho y tienen que esperar un año para que les den la renta mínima. España tiene el segundo índice de pobreza infantil de la Unión europea por detrás de Rumania. Más de la cuarta parte dela infancia en nuestro país vivía bajo el umbral de la pobreza en 2013, y la situación ha ido a peor. El número de hogares de niños cuyos padres están todos sin trabajo ha crecido en un 30% desde el año 2007. El riesgo de exclusión social llega a más de la mitad de los hijos de familias monoparentales, o familias en que los padres no alcanzaron la educación secundaria o que al menos uno de  los padres es extranjero. La exclusión social en la infancia va a  condicionar el itinerario vital de estos menores en el futuro y puede convertirse en un mecanismo perverso de reproducción ampliada de la exclusión. En medio de todo eso España tiene la mayor tasa de abandono escolar prematuro de la Unión Europea. Es el doble de la media europea en 2012.

Vivir bajo el umbral de la pobreza implica no sólo pobreza económica, sino tristeza por los niños, tensión, abandono de los hijos, etc. El riesgo de exclusión social se manifiesta en la necesidad de compartir vivienda con hacinamiento y riesgos varios. Y al no tener trabajo pueden perder la documentación o no lograr los papeles los extranjeros, lo que los aboca a la explotación de la economía sumergida.

El futuro que les espera a los niños es desalentador si la pobreza se prolonga en el tiempo. A futuro no puede desarrollarse como persona (con salud, trabajo, etc). Y se transmite de generación en generación pues al no adquirir educación tampoco puede educar a sus hijos.

En la escuela pública no tienen la misma motivación que el resto de alumnos. Tienen muy pocas capacidades personales para salir adelante.

Es una pobreza invisible pues hay recursos y ayudas (comedores escolares, etc) con el objeto de invisibilizarla y que no sea alarmante. La Administración no quiere que los veamos. Hay censos pero no se sabe a cuantos afecta el problema. No hay una asunción del problema evidente por parte de las administraciones.

Se percibe falta de higiene personal y ropa rota en los niños. Los padres tienen que pagar los libros de texto de los hijos. Algunos padres son toxicómanos, con problemas de salud mental, desestructurados, etc. Las familias tienen deudas y pueden ver su casa embargada a manos del banco.

Cuando el núcleo familiar esta en dificultades económicas la infancia puede perder su derecho a un nivel de vida adecuado para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral y social. Está en peligro su derecho al disfrute de su salud y a servicios para el tratamiento de enfermedades, el derecho a la educación, el derecho a ser protegidos frente a toda forma de violencia, de negligencia, de abandono o de explotación, el derecho al descanso, y el derecho al esparcimiento y al juego, y el derecho a acceder a la vida cultural y en las artes. Los españoles, al menos, pueden tener la ayuda de la familia extensa. Pero los hijos de inmigrantes no tienen esa posibilidad y no pueden volver a su país porque no tienen dinero para el pasaje o los niños no tienen papeles. Hay niños que pasan hambre, frío y no tienen ropa. Hay niños preocupados por la situación familiar con más estrés y violencia.

La protección de la infancia en situación de riesgo es importante que se haga preventivamente, actuando de colchón para esas familias y que los niños tengan normalidad como los demás. La gente está perdiendo la esperanza y hay que evitar esto.

Hay una Ley del Menor que dota de derechos a los niños a todos los niveles. La legislación ha de proteger y ponerse los recursos. La carencia de apoyo por parte de las administraciones se sustituye desde profesores que aportan material escolar, padres que pagan el comedor escolar de afectados, mercadillos, padres y madres que ayudan a las familias, etc. Los recursos son muy insuficientes.

Se pueden prevenir situaciones de conflicto social bajando las hipotecas y los alquileres y no teniendo que compartir viviendas ni creando guetos. Tiene que haber un mínimo para vivir que no se lo lleve la vivienda (una renta básica). Son cosas que pueden ayudar. Hay mucha mezcla de culturas y hay que pacificar. Esto hay que solicitarlo al Ayuntamiento. El Ayuntamiento apoya escolarmente pero hay que desarrollar su ocio (museos, senderismo, etc). Pero el ayuntamiento no tiene dinero.

Hay casos de familias sin ingresos que han agotado las prestaciones y les deniegan la Renta Mínima por la que han esperado. Caritas y la Cruz Roja les apoyan dándoles alimentos aunque las ONG y su colchón debe de ser complementario de la Administración.

Hay padres que pierden la tutela de sus hijos y los abandonan pues la Justicia es lenta. La Justicia es un mecanismo que hace que los padres se vayan a otras provincias y abandonen a los niños. En caso de abusos sexuales y prostitución de menores la Justicia también es lenta y se desprotege a los niños. Si hay retirada de la tutela les llevan a centros de acogida donde están en acogida por voluntarios.

Otro caso típico es el de una madre que tiene que elegir entre trabajar muchas horas o no tener dinero. Y tiene que dejar el hijo minusválido con vecinos y voluntarios y esto acaba con la salud mental de todos. Tiene que elegir entre que coma o que le cuide.

Finalmente, otro caso típico de la casuística es la niña de padres discapacitados mentalmente que tienen que ser atendidos por la Administración. Porque si no el futuro de la niña puede ser pésimo.

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