Para la mayoría de manifestantes, activistas y periodistas, su teléfono inteligente es una herramienta esencial para organizarse con sus compañeros, acceder y distribuir información, y ayudar a otros. También representa un gran riesgo, ya que es una herramienta que las autoridades pueden usar fácilmente para la vigilancia masiva y selectiva.
Germinal

MÁS ASESINADOS EN EL 2022 Y DENUNCIA DE «FASCISMO, ODIO Y RACISMO» EN EL ASALTO A LAS MEZQUITAS EN JERUSALÉN
