Para la mayoría de manifestantes, activistas y periodistas, su teléfono inteligente es una herramienta esencial para organizarse con sus compañeros, acceder y distribuir información, y ayudar a otros. También representa un gran riesgo, ya que es una herramienta que las autoridades pueden usar fácilmente para la vigilancia masiva y selectiva.
EL TRÁFICO MUNDIAL DE ARMAS
Se argumenta que la industria armamentística genera mucho empleo pero a veces se venden los planos de las armas y se fabrican en los países compradores. El Ejército español también hace de comercial para las empresas semipúblicas de armamento. La izquierda política institucional también apoya este negocio como el caso del alcalde gaditano “Kichi” apoyando sus astilleros navales militares. Por otro lado, la industria armamentística sueca se ha negado a vender armas a Arabia Saudí por no respetar los derechos humanos.