Para la mayoría de manifestantes, activistas y periodistas, su teléfono inteligente es una herramienta esencial para organizarse con sus compañeros, acceder y distribuir información, y ayudar a otros. También representa un gran riesgo, ya que es una herramienta que las autoridades pueden usar fácilmente para la vigilancia masiva y selectiva.

TERROR, GENOCIDIO Y GIRO «GENOCRÁTICO»
Los destinatarios de esta securitización global de la política y el “Estado de excepción” no son en modo alguno los islamistas, los supuestos terroristas, sino todas las personas desfavorecidas del Oriente Medio. En realidad, los islamistas están entre los principales beneficiarios de esta situación. Porque cuando tratas a todo el mundo como sospechoso a causa de su supuesta religión, estás haciendo de hecho un servicio a los terroristas genuinos, de la misma forma que el propio terrorismo castiga necesariamente al inocente y solo castiga a los criminales por coincidencia o accidente.