Para la mayoría de manifestantes, activistas y periodistas, su teléfono inteligente es una herramienta esencial para organizarse con sus compañeros, acceder y distribuir información, y ayudar a otros. También representa un gran riesgo, ya que es una herramienta que las autoridades pueden usar fácilmente para la vigilancia masiva y selectiva.
Fascismo y antifascismo
Susanita y la tele han aupado a la extrema derecha al escenario parlamentario. No es casualidad. El pueblo vota y opina siempre lo que le dicen que ha de votar y opinar. El surgimiento de Podemos también fue fruto de los medios de comunicación, para controlar una situación social que se desbordaba. Lo mismo sucede con el actual auge de Vox. Los medios son la voz de su amo y del gran capital que les financia. Los desacreditados, falsarios y corruptos socialistas necesitan desesperadamente el espantajo fascista para mantenerse en el escenario político.